La Superintendencia de Educación Superior compartió con la comunidad académica los resultados de la primera Encuesta de Proyecciones y Expectativas en Actores Estratégicos de la Educación Superior (EPAES). Este nuevo instrumento, que se realizará anualmente para conocer las expectativas de los actores clave del sistema de educación superior en Chile, consideró la participación de 331 líderes de instituciones de educación superior, incluyendo rectores, vicerrectores de administración y finanzas, prorrectores, la máxima autoridad del órgano colegiado superior y controladores, representando a 107 instituciones, con una tasa de respuesta del 59%.
La encuesta abordó las prioridades estratégicas de las instituciones para los próximos 5 a 10 años, como la diversificación académica y la innovación tecnológica, así como los desafíos inmediatos, incluyendo el estancamiento de matrículas y la sostenibilidad financiera. Además, se exploraron prácticas operativas, como la formación a distancia, y sus efectos en la calidad educativa. Por tanto, los resultados de la encuesta ofrecen una visión integral de las percepciones de los actores estratégicos del sector y algunos de sus resultados más relevantes se destacan a continuación.
Entre los principales hallazgos destaca que la mitad de los encuestados (59%) considera que la matrícula de pregrado se mantendrá estable o se contraerá ligeramente en los próximos años. Esta percepción es particularmente fuerte en las universidades estatales (74%) y privadas (65%). Los centros de formación técnica (CFT) y los institutos profesionales (IP) también reflejan una tendencia hacia la estabilización o leve contracción, lo que podría generar preocupación sobre la capacidad de atraer nuevos estudiantes.
Consistentemente, el panorama apunta a un escenario más competitivo en la captación de nuevos estudiantes. En efecto, una abrumadora mayoría (90%) de los encuestados considera que este escenario es probable o muy probable, lo que implica que las instituciones deberán intensificar sus esfuerzos para atraer estudiantes en un entorno de creciente competencia.
Otro hallazgo relevante de la encuesta es la certeza de que se completará el proceso de fijación de aranceles regulados de Gratuidad. Un 64% de los participantes considera este escenario como probable, destacando las universidades estatales, donde el 84% anticipa que este proceso se finalizará en los próximos años. Asimismo, en las universidades privadas, el 71% de los encuestados cree que es probable que este proceso se complete.
Asimismo, el 54% de los encuestados cree que los aranceles no podrán seguir aumentando, lo que indica que las instituciones deberán buscar otras fuentes de ingresos para garantizar su sostenibilidad. Esta percepción es aún más fuerte en las universidades estatales (61%) y privadas (59%).
Salud financiera
La encuesta también exhibe un optimismo generalizado sobre la salud financiera de las instituciones. El 54% de los encuestados proyecta que la situación financiera de sus instituciones será sólida en los próximos 5 a 10 años, con un 17% que espera una situación muy sólida. Sólo un pequeño porcentaje (6%) anticipa dificultades financieras significativas.
Estos resultados presentan variaciones entre los distintos subsectores de la educación superior en Chile. En las universidades privadas, un 78% anticipa una salud financiera sólida o muy sólida. En los CFT privados, el porcentaje alcanza un 78%. En los IP un 80% proyecta una salud financiera sólida o muy sólida, lo que refleja una confianza robusta en la estabilidad económica de estas instituciones en los próximos años. Finalmente, este porcentaje decrece en las universidades y en los CFT estatales, por cuanto una menor proporción de los encuestados proyecta su salud financiera como sólida o muy sólida, (48% y el 53%, respectivamente).
Para garantizar la sostenibilidad financiera, las instituciones han comenzado a implementar diversas estrategias. La diversificación de fuentes de ingresos y la mejora en la eficiencia de los procesos formativos son las tácticas más mencionadas, con un 52% % y 38% de los encuestados que las priorizan, respectivamente.
También se menciona el desarrollo de programas de formación a distancia, identificado como una medida clave para reducir costos e incrementar ingresos. En las universidades estatales, se destacan como estrategias relevantes los ajustes en la oferta académica, con un 52%, y la diversificación de fuentes de ingreso, con un 42%, mientras que las universidades privadas apuntan a la diversificación de fuentes de ingreso (60%) y a la formación a distancia (37%) como herramientas prioritarias para mantener su sostenibilidad financiera.
En los CFT estatales las estrategias más mencionadas fueron la diversificación de fuentes de ingreso con un 58%, y la profesionalización de la gestión financiera, con un 42%. En los CFT privados la estrategia más mencionada también fue la diversificación de fuentes de ingreso, con un 63%, seguida por la vinculación con el mundo empresarial, con un 34%. En los IP, los ajustes en la oferta académica y el desarrollo de una oferta formativa a distancia fueron las estrategias más mencionadas, con un 53%, y un 47%, respectivamente.