La Ley 21.091 reorganizó buena parte de la institucionalidad de la educación superior chilena, creando también a la Superintendencia de Educación Superior, que es el organismo público encargado de fiscalizar y supervigilar el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias que regulan a las universidades, los institutos profesionales y los centros de formación técnica del país.
Atendida la importancia de la tarea encomendada a este nuevo servicio, apenas se promulgó la Ley, el Presidente de la República encargó al Ministerio de Educación realizar las acciones necesarias para la correcta implementación de la Superintendencia. Así, el 30 de agosto de 2018 marca el hito inaugural del proceso de implementación, con la oficialización de mi nombramiento como primer Superintendente.
Agradeciendo la tremenda responsabilidad que se nos confió, nuestras primeras medidas consistieron en la planificación de las actividades de implementación y en la realización de diversas acciones en los ámbitos legales, presupuestarios y administrativos necesarios para cumplir de forma satisfactoria con nuestra puesta en marcha. Así, adelantándonos a los plazos establecidos en la ley, logramos abrir las puertas de la Superintendencia en mayo de 2019. Durante este periodo se definieron también elementos esenciales del quehacer institucional como nuestra misión que consiste en “contribuir a la estabilidad y desarrollo del sistema de educación superior, velando porque los centros de formación técnica, los institutos profesionales y las universidades del país sean sustentables, cumplan con la normativa que le es aplicable y destinen sus recursos a los fines que le son propios. Lo anterior, con el propósito de incrementar la confianza y resguardar la fe pública depositada por los estudiantes, sus familias y el resto de la comunidad en el sistema”.
Capítulos
Mensaje – Puesta en marcha– Calidad – Confianza – Foco en las Personas