Mensaje del Superintendente
En este mes, la Superintendencia de Educación Superior cumple su primer año de funcionamiento inmersa en un contexto complejo para el país, y en lo que nos concierne, para el sistema de educación superior y las personas que lo integran. Esto nos ha obligado a asumir la enorme responsabilidad de trabajar aún con más energía para poner a disposición de la ciudadanía un servicio público altamente esperado.
Desde mi nombramiento como Superintendente, y en conjunto con un excelente equipo, hemos realizado un intenso trabajo de implementación, que no ha tenido margen para pausas ni marchas blancas, con el objeto de abrir las puertas de esta nueva Superintendencia de manera muy rápida. Desde ese momento, nos hemos abocado, primeramente, a generar las capacidades para cumplir con nuestro rol; a levantar la información necesaria para iniciar nuestras labores de fiscalización; a ofrecer un sistema de atención ciudadana que nos permita recibir los reclamos y denuncias de las personas; y elaborar los distintos instrumentos para fiscalizar a las instituciones de educación superior de la mejor manera posible.
Adicionalmente, debimos redoblar los esfuerzos a la hora de enfrentar escenarios de alta complejidad e impacto para nuestro sector regulado, como fueron los hechos ocurridos desde el pasado 18 de octubre y, actualmente, la emergencia sanitaria producida por el coronavirus, que han impactado de manera nunca antes vista la forma en que las casas de estudio del país prestan el servicio educativo.
A continuación, expondremos los resultados de nuestro primer año de funcionamiento, teniendo a la vista los tres pilares que hemos definido como servicio público, representativos de nuestros valores y objetivos institucionales. Estos son, la calidad, buscando promover en las instituciones una mejora continua y la generación de capacidades necesarias para responder a los desafíos actuales y futuros de la educación superior; la confianza, contribuyendo a incrementar, a través de nuestra gestión, los niveles de fiabilidad que el sistema de educación superior proyecta en sus distintos actores y en las relaciones entre estos; y el foco en las personas, centrando nuestro actuar en quienes son los destinatarios finales del sistema, con especial énfasis en los estudiantes, sus familias y las comunidades educativas.
Antes de culminar, quisiera agradecer el enorme compromiso de quienes, con su trabajo, han ido diariamente construyendo esta nueva superintendencia. Es un honor pertenecer a este equipo y liderarlo en la consecución de nuestros próximos desafíos. En ese sentido, quisiera reforzar el compromiso que este servicio asumió hace exactamente un año, cuando inició sus funciones con la misión de contribuir a aumentar la calidad en el sistema de educación superior, ejerciendo nuestro rol fiscalizador; y la confianza que la ciudadanía deposita en él y en sus instituciones, promoviendo la trasparencia en todos sus procesos. Así también y de manera muy especial, queremos canalizar nuestra energía en responder a las expectativas que los estudiantes, sus familias y el resto de la comunidad han depositado en nosotros y en darle al destinatario final del sistema la atención y relevancia que merece.
Gracias a todos por acompañarnos en la tarea de lograr una mejor educación superior.
Jorge Avilés Barros
Superintendente SES